CONVIVENCIA CÍVICA CATALANA DENUNCIA LAS INSTRUCCIONES PARA LA ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LOS CENTROS DOCENTES PÚBLICOS Y PRIVADOS DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA Y SECUNDARIA DEL GOBIERNO CATALÁN POR EXCLUIR EL CASTELLANO COMO LENGUA DOCENTE.
Por resoluciones de 30 de junio y de 1 de julio del actual la Consejería de Educación de la Generalidad de Cataluña aprobó las instrucciones para la organización y el funcionamiento de los centros docentes públicos y privados de educación infantil y primaria y secundaria . Dichas instrucciones confirman la naturaleza antidemocrática de la política educativa del gobierno tripartito, incompatible con los más elementales derechos de los escolares , agravando aún más, la falta de libertad en las escuelas catalanas.
Las mencionadas “instrucciones” son la aplicación del aberrante “Plan para la lengua y la cohesión social” que aprobó anteriormente el gobierno tripartito que supondrá un coste económico de 35.300.263, 15 € anuales (más de 5.000 millones de pesetas), cuyo primer objetivo es asegurar “el uso de la lengua catalana como lengua de aprendizaje y de comunicación en las actuaciones docentes y administrativas del centro”, haciendo del aprendizaje y uso exclusivo de lengua catalana ( y del aranés , sic) el “eje vertebrador” de la integración escolar y social del escolar y, finalmente, “lengua común de cohesión social” de Cataluña.
La práctica desaparición del castellano del espacio escolar catalán se confirma así haciendo del catalán la única “lengua vehicular y de aprendizaje en todas las actividades internas y externas de la comunidad educativa: las actividades orales y escritas, las exposiciones del profesorado, el material didáctico, los libros de texto y las actividades de aprendizaje y de evaluación [...] las reuniones, los informes, las comunicaciones”. El castellano, por el contrario -la lengua materna de más de la mitad de los escolares en Cataluña- obtiene el mismo tratamiento que el de una lengua extranjera.
El encuadramiento de los escolares se asegura adicionalmente con la creación de un sistema de “comisarios político-lingüísticos” que culmina en el denominado “Coordinador lingüístico de interculturalidad y de cohesión social del centro”, denominación que movería a risa si no fuera por su cometido: “potenciar la cohesión social mediante el uso de la lengua catalana”, lo que en realidad significa: controlar que nadie hable sino catalán en los centros escolares. De especial gravedad es la creación de las llamada “aulas de acogida” en las que se separa a los escolares que llevan menos de 24 meses en Cataluña, incluidos los castellanohablantes, para que reciban clases de catalán exclusivamente en detrimento de la enseñanza de las materias ordinarias del curriculum escolar.
Expresiones como “Consolidar la lengua catalana y el aranés, si procede, como eje vertebrador de un proyecto plurilingüe”, auto-contradictoria en sus términos, que informan con profusión las referidas “instrucciones”, dan clara idea del engaño y la voluntad torcida de sus autores. Que la imposición coactiva del monolingüismo en una sociedad bilingüe como la catalana se encubra además con apelaciones retóricas a la multiculturalidad y la igualdad y diversidad sociales no es sino expresión cínica de una ideología de naturaleza etnicista que no puede concebir la educación sino en términos de adoctrinamiento y encuadramiento, que hace depender la cohesión social de la uniformidad de la conciencia de los ciudadanos y que, consecuentemente, prohíbe la libertad lingüística, concibiendo el bilingüismo o la diversidad lingüística de una sociedad como amenaza para la “convivencia”.
La consecuencia de todos ello es la grave discriminación que sufren los escolares cuya lengua habitual es el castellano, a los que se les niega, de facto, el derecho de recibir la primera enseñanza en su lengua habitual. ¿Qué padres se atreverán a reclamar el derecho de sus hijos a recibir la primera enseñanza en castellano cuando el precio es la amenaza de su marginación en los centros escolares, la consideración de excluidos sociales y la acusación de estar atentando contra la convivencia social? Reclamar ese derecho, elemental en una sociedad democrática, hoy en Cataluña supone estar dispuesto a enfrentarse al poder político y descubrir su naturaleza antidemocrática, con las consecuencias que uno puede imaginar.
Un gobierno que rechaza y elimina como lengua escolar la lengua materna de más de la mitad de escolares, el castellano, vulnerando y lesionando “el derecho de los ciudadanos a recibir, durante los estudios básicos en los centros docentes de Cataluña, enseñanza en catalán y en castellano. Derecho que se deriva no sólo de los arts. 3 y 27 C.E. sino del art. 3 del E.A.C” (Sentencia del Tribunal Constitucional 337/1994, de 23 de diciembre) , es un gobierno que sólo atiende a sus mitos nacionalistas excluyentes, que no vela por los intereses del conjunto de los ciudadanos, y no puede ser legítimamente considerado como un gobierno democrático.
CONVIVENCIA CÍVICA CATALANA llama a la ciudadanía en Cataluña a unirse a la defensa de la libertad lingüística y a sumarse al recurso que interpondrá ante los Tribunales de justicia para hacer frente a este nuevo atentado contra los derechos y libertades recogidos en la Constitución española de 1978.
CONSULTE LAS INSTRUCCIONES PARA LA ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LOS CENTROS DOCENTES PÚBLICOS Y PRIVADOS DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA Y SECUNDARIA DEL GOBIERNO CATALÁN.
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